domingo, 19 de septiembre de 2010

Las once mil vergas, de Apollinaire

Título: Las once mil vergas
Autor: Guillaume Apollinaire
Editorial: Valdemar
 Número de páginas: 156

Guillaume Apollinaire publicó "Las once mil vergas", su primer obra, en 1907. Sin embargo, dada su temática, no es de extrañar que lo hiciera de forma anónima en una edición clandestina. Su carrera "oficial" comenzaría un par de años más tarde, pero para algunos, Pablo Picaso por ejemplo, ésta es su mejor obra.
Apollinaire había nacido en Roma en 1880 y murió en Paris en 1918, después de haber sido gravemente herido en la Primera Guerra Mundial. Se trata de un poeta experimental y vinculado sobre todo al surrealismo en su obra "culta", que nos muestra en esta obra su costado más irreverente y erótico.


De la vida y obra de este notable poeta se puede leer más en los siguientes enlaces.

En Las once mil vergas lo que hay es un desenfreno delirante, con sexo de todo tipo y para todos los gustos. En una "aclaración previa" que figura en el libro se dice:
"Del mismo modo que El Quijote no debe contarse entre los libros de caballerías, Las once mil vergas no debe ser tomada por una novela pornográfica (si este adjetivo tiene alguna significación precisa). La ausencia de metafísica, seriedad y trascendencia, que impregnan la pornografía de consumo, hace de ésta una obra completamente diferente, terriblemente humorística y sarcásticamente corrosiva. Louis Aragón ya lo advertía en su no firmado prólogo a la edición de 1930: “Permitidme haceros notar que esto no es serio”."



Guillaume Apollinaire fue el seudónimo del poeta, novelista y ensayista francés Wilhelm Apollinaire de Kostrowitsky (Roma, 26 de agosto de 1880París, 9 de noviembre de 1918).

Nació en Roma (Italia), el 26 de agosto de 1880, de madre polaca. Tenía un hermano llamado Albert. Su padre los abandonó muy pronto, por lo que él y su hermano crecieron en Mónaco, donde estudió en el Lycee Sant-Charles. Asimismo, transcurrieron algunos años de su juventud en la localidad francesa de Niza. Escritor de vida azarosa, desempeñó diversos empleos: en 1901 viaja a Alemania durante un año, para sobrevivir como preceptor de la hija de la vizcondesa de Milhau. A su regreso a París, en 1902, trabajó como contable en la bolsa y como crítico para varias revistas, desde las que teorizó en defensa de las nuevas tendencias, como el cubismo de sus amigos Picasso y Braque y el fauvismo de Henri Matisse, con los que compartió la vida bohemia de la época y frecuentó los círculos artísticos y literarios de la capital francesa, donde adquirió cierta notoriedad además de escribir el texto que sirvió de manifiesto para el Cubismo, Los pintores cubistas.
En 1909 publicó su primer libro, El encantador en putrefacción, basado en la leyenda de Merlín y Viviana, al que siguieron una serie de relatos de contenido fabuloso. Sus libros de poemas El bestiario o el cortejo de Orfeo (1911) y Alcoholes (1913) reflejan la influencia del simbolismo, al tiempo que introducen ya importantes innovaciones formales; ese mismo año apareció el ensayo crítico Les peintres cubistes (Los pintores cubistas), defensa encendida del nuevo movimiento como superación del realismo. Al estallar la guerra de 1914, se alistó como voluntario y fue herido de gravedad en la cabeza en 1916; ese año se le concede la nacionalidad francesa, murió dos años después, víctima de la gripe española, cuando aún estaba convaleciente.

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