domingo, 19 de septiembre de 2010

Memorias de un loco, de Gustave Flaubert


Título: Memorias de un loco
Autor: Gustave Flaubert
Editorial: Juventud S.A.
 Número de páginas: 94

Este texto, es un cuento de uno de los maestros del realismo. En éste se describe con una claridad impresionante, la vida de un personaje de la sociedad media, sin más oportunidad que la de un escritorio como redactor en una oficina. El texto que esta dispuesto en primera persona, detalla, además de la vida cotidiana del hombre, la transición entre despegarse de la realidad, para sumergirse, de a poco y sin darse cuenta, en un ambiente imaginario y fabricado. El autor describe los conflictos profundos con los cuales lucha el protagonista, harto de su realidad y con ese revuelo interno y casi metafísico, que plantean preguntas con respecto a las jerarquías sociales. El héroe de este cuento, es un hombre que pierde su identidad, con deseos de conseguir las cosas buenas de la vida: mujeres bellas, dinero, lujo, para convertirse en algún funcionario, millonario, etc., utilizando su fluida imaginación para, como una especie de esquizofrenia, recrear su mundo. El tema de la mujer, lo trata con ese tinte de perdición. Ese extremo de ruina que arrastra a cualquier hombre. No es solo un relato inocente, sino más bien toda una reclama, una vista a la injusta categorización de la especie humana, de la cual muy pocos disfrutan, y los demás como piezas manejables y susceptibles a los caprichos burgueses.





Gustave Flaubert
Novelista francés encuadrado dentro de la escuela realista, alabado por su objetividad y la esmerada perfección de su estilo, cualidades ambas que se pueden encontrar en Madame Bovary, su trabajo más representativo.

 Flaubert, hijo de un médico, nació en Ruán, Normandía, el 12 de diciembre de 1821. Estudió derecho en París durante un corto periodo de tiempo, pero su frágil salud le obligó a abandonarlo. Fue entonces cuando decidió dedicarse a escribir.
 Entre 1849 y 1851 viajó, en compañía de un amigo, por Grecia y Oriente Próximo, una experiencia que le inspiró los escenarios exóticos de dos de sus novelas.
 Afectado por un desorden de tipo nervioso, transcurrió la mayor parte de su vida de forma tranquila, junto a su familia, en Croisset, un lugar de campo cerca de Ruán, donde recibía frecuentes visitas de otros notables escritores. Allí murió el 8 de mayo de 1880.
 La primera novela de Flaubert, y la más leída también, Madame Bovary, publicada por primera vez en 1857, hubo de enfrentarse muy pronto a un importante proceso legal. Tanto el autor como el editor fueron acusados por la inmoralidad de la novela. A pesar de haber sido absueltos, el escándalo empañó el lanzamiento del libro, y no fue hasta más tarde cuando fue reconocida como una de las obras maestras de la literatura francesa. Madame Bovary, subtitulada Costumbres provincianas, es, en apariencia, una convencional historia de adulterio, pero logra convertirse en un profundo análisis de la humanidad y, en concreto, un ataque a la monotonía y a las desilusiones de la vida burguesa. Emma Bovary, con la imaginación repleta de románticas ilusiones sobre el amor y la pasión, se topa con la realidad de un insípido matrimonio que la ahoga, y busca las sensaciones sobre las que ha leído en los libros, a través de una serie de aventuras amorosas, que ella desea ver como grandes pasiones, pero que no son en realidad más interesantes que su vida matrimonial. En un ataque de desesperación, se quita la vida. Flaubert refleja con gran acierto la tragedia de este personaje, y Madame Bovary ha resultado ser una obra de referencia constante, hasta el punto de estar considerada como una obra maestra del realismo.
 Otras novelas también importantes de Flaubert son Salambó (1863) y La tentación de San Antonio (1874). La primera de ellas es una narración histórica ambientada en la antigua Cartago; la segunda está basada en la leyenda de las tentaciones a las que se tuvo que enfrentar el fundador de las comunidades religiosas cristianas, san Antonio, en la soledad del desierto. Aunque estas dos novelas son consideradas en general más cercanas al romanticismo que Madame Bovary, casi todas las obras de Flaubert combinan elementos tanto románticos como naturalistas.
 En sus cartas, publicadas póstumamente, Correspondance (4 volúmenes, 1887-1893), Flaubert calificó su trabajo de “agonías del arte”.
El infinito cuidado que ponía en conseguir una gran precisión en los detalles y en el lenguaje se ha hecho legendario. La devoción de Flaubert hacia el arte no podría haber sido puesta de manifiesto de otro modo mejor que en la perfección que se exigía a sí mismo.
 Entre las demás obras de Flaubert cabe destacar la novela La educación sentimental (1869), tres narraciones cortas publicadas con el título de Tres cuentos (1877), y dos trabajos editados póstumamente, la inacabada novela Bouvard y Pécuchet (1881) y Diccionario de lugares comunes (1913).  


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