sábado, 18 de septiembre de 2010

La esclava instruída, de José María Álvarez

Título: La esclava instruída
Autor: José María Álvarez
Editorial: Tusquets
 Número de páginas: 212

La esclava instruida obtuvo el XIV Premio La sonrisa vertical el 3 de febrero de 1992. El jurado estuvo formado por Luis G. Berlanga, director de esta colección, Juan García Hortelano, Charo López, Ricardo Muñoz Suay, Almudena Grandes, Juan Marsé y Beatriz de Moura, en representación de la editorial.
José María Alvarez es un poeta que, en cierto modo, justifica sus tardíos escarceos en la narrativa erótica con una brillante declaración de principios que el lector encontrará en la primera página de La esclava instruida: “A estas alturas de la historia y de nuestra memoria calcinada”, comenta el narrador, “sólo merece ya la pena joder y escuchar ópera”. Esta podría ser también la mejor definición de la novela.
Un hombre ya maduro, refinado, ocioso e ilustrado, descubre un día repentinamente que la adolescente que se baña en la piscina de su casa, por ser hija de amigos íntimos de él y de su mujer, ha dejado de ser una niña para convertirse en imponderable objeto de deseo. Así da comienzo un relación erótica que, por tener que ser oculta, irá enriqueciéndose durante cuatro años entre las paredes de la más absoluta clandestinidad. El hombre maduro, en esta prolongada y saboreada posesión del cuerpo de la provocativa y precoz jovencita, va transmitiéndole, a la par que el conocimiento de su propia sexualidad, el placer que extrae de sus lecturas, de sus largos y exóticos viajes, del recuerdo de otras mujeres y de su incodicional afición a la ópera. Así, entre la impúdica violencia de su mutua y sostenida atracción sexual y los gozosos placeres del espíritu, consigue esta insólita pareja, a la sombra del más excitante de los secretos, sostener siempre viva la llama de su trepidante complicidad. Y con ella la del lector, quien, al igual que estos envidiables amantes.




José María Álvarez. Cartagena, 1942
Desde su más tierna infancia José María es un voraz lector de autores como Verne y Salgari, así como de libros de historia y filosofía.
En Cartagena realiza sus estudios elementales y el bachillerato, tareas estudiantiles que alterna con su afición a la lectura y al cine. Al finalizar sus estudios de secundaria emprende, en 1959, estudios universitarios en Murcia de  Filosofía y Letras, especializándose en Geografía, y estudia Historia pura en Madrid.
Viajes y primeras obras
Siendo un joven recién salido de la adolescencia, José María Álvarez emprende la aventura de conocer mundo, realizando frecuentes viajes a Madrid y a París,  donde pasa una etapa feliz de su vida escribiendo una obra de teatro que estrenaría en Murcia y casándose con su primera mujer.
En los años 60, José María Álvarez escribe poemas que publica en revistas, ofrece recitales constantemente por España, Francia y en Radio París, participa con artículos en revistas como Play Boy y Snobíssimo, y escribe El Libro de las nuevas herramientas, de ¿poesía social¿.
Asimismo, con la rebeldía de los 20 años, José María Álvarez lucha contra el régimen franquista colaborando con el Partido Comunista. En París conocerá a personalidades de la talla de Vargas Llosa.
Pero a partir de la segunda mitad de la década de los 60, Álvarez comienza a distanciarse del universo tumultuoso parisino y deja de publicar con tanta asiduidad, comenzando un proceso de consagración a la creación de la que ha sido considerada su obra maestra, Museo de cera.
Durante este tiempo de aislamiento que se prolonga hasta 1970, José María Álvarez continúa dando rienda suelta a su espíritu aventurero viajando a África, Reino Unido, Francia, etc.
Reconocimientos
En 1970 José María Álvarez multiplica su prestigio como poeta al ser incluido en la antología Nueve novísimos de Castellet. En 1971 salen a la luz 87 poemas pertenecientes a su libro Museo de cera, ya que éste no podía publicarse íntegramente  debido a la censura del régimen franquista.
Durante la década de los 70 Álvarez realiza traducciones y se instala durante una temporada en Cuba, a cuyo regreso, en 1976, escribe Desolada Grandeza. En 1976 la Fundación March  le ofrece una beca de creación literaria y en 1978 presenta Museo de Cera en Nueva York. En 1985 fue Presidente del Homenaje a Ezra Pound que tuvo lugar en Venecia y del I Encuentro Internacional de Escritores, llevado a cabo en Murcia en 1986.
En 1990 le conceden el Premio Internacional de Poesía de Barcelona y dos años después consigue el premio de novela erótica La Sonrisa Vertical por su libro La esclava instruida.
Los reconocimientos se suceden y en 1993 queda finalista del Premio Planeta con su obra Manuscrito de Palermo. En 1998 le otorgan el Premio Loewe y en el 2001 es nombrado Académico de la World Poetry Academy.
José María Álvarez es Doctor Honoris Causa por la Universidad de Dowling (Nueva York), ha traducido al español la obra completa de Constantino Kavafis,  y sus poemas se han publicado en más de una veintena de países.
Actualmente vive a caballo entre España e Italia.

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