lunes, 29 de noviembre de 2010

Riña de gatos, de Eduardo Mendoza

Título: Riña de gatos
Autor: Eduardo Mendoza
Editorial: Planeta
Nº de páginas: 432

  
Riña de gatos, la última novela de Eduardo Mendoza (Barcelona, 1947) con la que ha obtenido el Premio Planeta, está ambientada en Madrid en 1936, en los meses anteriores al inicio de la Guerra Civil. Mendoza describe la anormalidad de los hechos políticos que se viven y que han contagiado la vida social y familiar de un Madrid instalado en la violencia y la incertidumbre. Hasta allí viaja el inglés Anthony Whitelands, especialista en arte español –en el Siglo de Oro y, en concreto, en la pintura de Velázquez– para realizar un misterioso trabajo. Whitelands acepta la oferta porque le atrae regresar a Madrid, donde ha pasado largas temporadas y donde ha vivido siempre en una excitante sensación de libertad.
El encargo que recibe consiste en visitar al duque de la Igualada, miembro de una familia aristocrática, que quiere que le tase unos cuadros de su colección particular por si los acontecimientos políticos le obligan a abandonar España. El duque, hombre culto y de su tiempo, conoce muy de cerca todo lo que está pasando en la vida política nacional, que vive con intensidad. Amigo personal de José Antonio Primo de Rivera, confía en la Falange para cambiar el rumbo político.
Whitelands se reúne con el duque y, mientras realiza su trabajo, en pocos días se integra en la vida familiar. La hija mayor del duque, Paquita, es novia de José Antonio, el fundador de la Falange. La hija pequeña, Lilí, ha entrado de lleno en la adolescencia. Otros dos hijos varones pertenecen a la Falange. Cuando el inglés ve el cuadro que le confía el quque de la Igualada, advierte que está ante un descubrimiento mundial y, a partir de entonces, su destino en la villa y corte estará unido a ese misterioso cuadro y a los vaivenes políticos de un Madrid prebélico. De ponto, sin buscarlo, Anthony Whitelands se convierte en el hilo conductor de una conspiración política y artística que pone en alerta a los servicios secretos de Inglaterra, la Unión Soviética y el Gobierno de la República.
Eduardo Mendoza quiere situar bien los hechos que narra y dedica una especial atención tanto al análisis detallado de las pinturas que observa el inglés –hay frecuentes digresiones dedicadas a analizar algunos cuadros de Velázquez del Museo del Prado– como al retrato de unos personajes que con el paso de los meses se convertirán en directos protagonistas de la Guerra Civil.




Hijo de un fiscal –Eduardo Mendoza Arias-Carvajal– y una ama de casa –Cristina Garriga Alemany–, estudió un año en una escuela de las monjas de Nuestra Señora de Loreto, otro en una de las Mercedarias y, finalmente, a partir de 1950, en el colegio de los Hermanos Maristas. Después de licenciarse en Derecho en 1965, viaja por Europa y al año siguiente consigue una beca en Londres. A su regreso en 1967 ejerce la abogacía, que abandona en 1973 para irse a Nueva York como traductor de la ONU.
Estando en Estados Unidos aparece en 1975 su primera novela La verdad sobre el caso Savolta. Su título original era Los soldados de Cataluña, pero hubo que cambiarlo debido a problemas con la censura franquista. Esta ópera prima, en la que se puede observar la capacidad de Mendoza de utilizar hábilmente diferentes discursos y estilos narrativos, lo lanza a la la fama. Considerada por muchos como la precursora del cambio que daría la sociedad española y como la primera novela de la transición democrática, la novela narra el panorama de las luchas sindicales de principios del siglo XX, mostrando la realidad social, cultural y económica de la Barcelona de la época. Apenas unos meses después de su publicación muere Francisco Franco y al año siguiente La verdad sobre el caso Savolta recibe el Premio de la Crítica.
El misterio de la cripta embrujada (1979) -una parodia con momentos hilarantes que mezcla rasgos de la novela negra con la gótica- marca el comienzo de una trilogía protagonizada por un personaje peculiar, una suerte de detective encerrado en un manicomio, de nombre desconocido. El laberinto de las aceitunas, 1982, la segunda novela, lo consolida como uno de los autores con más éxito de ventas. Cierra la saga detectivesca La aventura del tocador de señoras, 2001.
En 1983 Mendoza regresa a Barcelona, pero sigue ganándose la vida haciendo traducción simultánea en organismos internacionales. En 1986 publica La ciudad de los prodigios -novela en la que se muestra la evolución social y urbana de Barcelona entre las dos exposiciones universales de 1888 y 1929- considerada por la crítica como su obra cumbre. En 1999 fue adaptada al cine por Mario Camus y protagonizada por Emma Suárez y Olivier Martínez.
Mendoza ha incursionado en teatro: en 1990 estrenó Restauraciò en el Teatro Romea, de Barcelona, que después, traducida al castellano por él mismo, fue representada en Madrid. Ese mismo año publicó en El País, por entregas, la novela Sin noticias de Gurb (1990). En 2001 repetiría la experiencia con El último trayecto de Horacio Dos.
Ha enseñado traducción y participado en cursos de verano, ha sido miembro de jurado en certámenes literarios. Reside en Batea.
El 16 de octubre del 2010, el escritor Eduardo Mendoza, oculto tras el seudónimo Ricardo Medina, ganó la 59ª edición del Premio Planeta de novela, dotado con 601.000 euros, con la obra Riña de gatos. Madrid, 1936. El punto de partida de la novela ganadora es la llegada a la España en la primavera de 1936 de un joven inglés, especialista en pintura española, reclamado para tasar un posible cuadro desconocido de Velázquez

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